La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por un exceso de grasa corporal. Se define como un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más. El IMC es una medida que se utiliza para estimar la cantidad de grasa corporal en función de la altura y el peso de una persona.
La obesidad es un problema de salud pública importante que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es un factor de riesgo de muchas enfermedades graves, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, cáncer y apnea del sueño.
La obesidad es causada por un desequilibrio energético entre las calorías que se consumen y las que se gastan. Cuando se consumen más calorías de las que se gastan, el cuerpo almacena el exceso de energía en forma de grasa.
Existen muchos factores que pueden contribuir al desequilibrio energético, entre ellos:
Ingesta excesiva de calorías: La ingesta de alimentos procesados, azucarados y ricos en grasas puede contribuir a la obesidad.
Gasto calórico insuficiente: La falta de actividad física puede reducir el gasto calórico y aumentar el riesgo de obesidad.
Factores genéticos: Los genes pueden influir en la forma en que el cuerpo almacena y utiliza la grasa.
Factores ambientales: El entorno alimentario, el estilo de vida sedentario y el estrés también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la obesidad.
Algunos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar obesidad son:
Edad: La obesidad es más común en los adultos mayores.
Sexo: Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar obesidad que los hombres.
Historia familiar: Tener un padre u otro pariente cercano con obesidad aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Antecedentes personales de sobrepeso u obesidad: Las personas que han tenido sobrepeso u obesidad en el pasado tienen más probabilidades de desarrollar obesidad nuevamente.
Distribución de la grasa corporal: La distribución de la grasa corporal también es importante. La grasa abdominal, también conocida como grasa visceral, es más peligrosa que la grasa que se acumula en las caderas, los muslos y los glúteos.
Factores psicosociales: El estrés, la ansiedad y la depresión también pueden contribuir al desarrollo de la obesidad.
La obesidad es un factor de riesgo de muchas enfermedades graves, que incluyen:
La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, como la enfermedad coronaria y el ataque cardíaco. Esto se debe a que la obesidad puede aumentar la presión arterial, los niveles de colesterol LDL (malo) y los triglicéridos, y también puede reducir los niveles de colesterol HDL (bueno).
La obesidad es un factor de riesgo importante de diabetes tipo 2. Esto se debe a que la obesidad puede hacer que el cuerpo sea resistente a la insulina, una hormona que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre.
La obesidad es un factor de riesgo de hipertensión arterial. Esto se debe a que la obesidad puede aumentar el volumen de sangre que el corazón tiene que bombear, lo que puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos.
La obesidad aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, endometrio, colon, riñón y esófago.
La apnea del sueño es una condición en la que la respiración se detiene repetidamente durante el sueño. La obesidad es un factor de riesgo importante de apnea del sueño. Esto se debe a que el exceso de grasa puede comprimir las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.
La obesidad aumenta el riesgo de artritis, una condición que causa dolor e inflamación en las articulaciones. Esto se debe a que el exceso de peso puede sobrecargar las articulaciones, lo que puede provocar el desgaste del cartílago.
La obesidad se ha asociado con un mayor riesgo de depresión y ansiedad. Esto puede deberse a varios factores, como la imagen corporal negativa, el aislamiento social y los problemas de salud física.
La obesidad puede dificultar que las mujeres queden embarazadas. Esto se debe a que la obesidad puede afectar el equilibrio hormonal y la ovulación.
La obesidad es una enfermedad crónica grave que puede afectar la salud física y mental de una persona. Sin embargo, la obesidad se puede prevenir y tratar. Si está preocupado por su peso o cree que puede tener obesidad, hable con su médico.